De lo que acabo de darme cuenta es que, hoy en día, la poesía (los poetas que se dedican regularmente a la poesía) son algo así como los "cristianos primitivos" de la actualidad. Por lo general actualmente los poetas son pobres y/o ignorantes (no digo que esté mal serlo, sólo estoy describiendo). Pobres materialmente algunos, pobres de afectos otros.
Los poetas son seres con problemas de afecto o con problemas de dinero o con problemas de ego. Estoy llegando a pensar que los poetas son malos para la sociedad. Son improductividad pura y confundida. Tal vez por eso haya tantos poetas y tan pocos novelistas en Santa Cruz: así como hay tantos empleados públicos y tan pocos empleados productivos.
Si a usted alguien se le presenta como poeta, usted ya sabe: esa persona tiene problemas. O es impráctico, o es ególatra en la más boluda de las acepciones, o es soltero/a y le cuesta conseguir pareja; o es pobre. O es suicida.
Ojalá fueran todos suicidas. Es la más genuina y honorable de las posibilidades recién enumeradas. Los suicidas, al menos, escriben poemas genuinos.
Pero los poetas suicidas son muy pocos, poquísimos. Los que abundan son las divorciadas que necesitan nuevos abrazos, los jubilados que poemizan sólo porque no les convence mucho el pintar maderitas, los adolescentes oxidados que aún no descubrieron que la nueva utopía revolucionaria no es el Che ni Rimbaud sino Facebook, y los pobres que no pueden generar más que poemas por falta de capital suficiente para ponerse un kiosquito.
Mi mensaje a los poetas, en definitiva, es este: quítense el velo. Acepten sin miedo sus debilidades y problemas. Ataquen sus problemas existenciales de la manera más práctica posible, y no escribiendo poemitas de morondanga. ¿Tu problema verdadero es la falta de dinero? Pues no pierdas el tiempo escribiendo inútiles poemas quejándote de los ricos, invertí el tiempo en estudiar inglés o en generar contactos en unidades básicas. ¿Sos un impráctico? Pues invertí tiempo en intentar ser más canchero, mamá un poco de vida. ¿Sos divorciada y necesitas afectos? Andá al gimnasio para estar más seductora, generá contactos, chateá en foros virtuales de gente calenchu. ¿Querés ser revolucionario? No te contentes con insultar al supermercado La Anonima en un poemita: acuchillá a algún político hijo de puta.